Andrés Buelta: “Si pedimos ser administración, tenemos que trabajar como tal”
Andrés Buelta, presidente de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores: “Si pedimos ser administración, tenemos que trabajar como tal”
Las juntas vecinales vivieron durante meses con una soga al cuello, la que les ponía el proyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local hasta amenazar su propia supervivencia. Salvado ese escollo, las entidades locales menores buscan ganar autonomía y asegurarse fuentes de financiación para consolidar su desarrollo. Lo primero es ganarse la confianza a fuerza de redoblar la seriedad. “Si pedimos ser administración, tenemos que trabajar como tal”, advierte el presidente de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, el pedáneo de Columbrianos, Andrés Buelta, después de que muchas de ellas hayan relajado el grado de control de las cuentas tras superar el ultimátum lanzado por el Ejecutivo central.
“Ahora ha llegado el momento de entrar en contacto con las administraciones y procurar el desarrollo de la Ley (de Racionalización, más conocida como Ley Montoro)”, dice Buelta. Durante la tramitación de esta normativa, el Gobierno de la nación amenazó con la supresión de las juntas vecinales que no presentaran sus cuentas. “Era una amenaza seria. Sí o sí se las querían cargar; después ya la excusa eran las cuentas”, añade sin dejar de echar en falta una mayor implicación de los partidos políticos tras recordar que incluso la entonces presidenta de la Diputación de León y del Partido Popular en la provincia, Isabel Carrasco, llegó a sugerir en el año 2013 la idea de cobrar una tasa por asesorar a las juntas vecinales.
Las administraciones sí hicieron piña después para salvar de la quema a las entidades menores. Y Buelta detecta ahora un viento favorable procedente de la Junta de Castilla y León y la Diputación. Las juntas vecinales también encontraron eco en el momento de mayor dificultad en el Consejo Comarcal del Bierzo, que desarrolla las competencias del SAM (Servicio de Asistencia a Municipios), una herramienta básica para sacar del atolladero a administraciones públicas que no cuentan con asesoramiento jurídico propio. “Aquí funciona muy bien; ya quisieran en León que funcionara así. Aquí, como mucho, tendrían que meter otra persona de ayuda”, señala sin obviar que la inmensa mayoría de las pedanías apenas presentan problemas legales.
La sintonía con otras administraciones contrasta en ocasiones con las posiciones de los ayuntamientos, contra los que muchas veces se choca por “intereses contrapuestos”. “Y las grandes perdedoras son las juntas vecinales periféricas a las grandes ciudades, que pagan impuestos muy grandes y reciben muy pocos servicios”, apunta en su condición añadida de pedáneo de Columbrianos, cargo desde el que lleva años reclamando soluciones para las bolsas de suelo pendiente de desarrollo urbanístico, “terrenos rústicos que están pagando por urbanos”. Buelta, elegido el pasado mes de mayo por Coalición por El Bierzo, pone otros ejemplos como los gastos del Ayuntamiento de Ponferrada en el mantenimiento de plantas decorativas en el centro de la ciudad, “mucho mayores de lo que se invierte en Columbrianos, donde hay caminos abandonados”.
Tranquilidad ante la incertidumbre política
La unión hace la fuerza. Y la constitución de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores (sumada a la Federación Estatal de Entidades Locales Menores y Parroquias) ha dotado de peso a un movimiento menos comprensible en los despachos de la Administración General del Estado. Sólo la provincia de León acumula 1.232 juntas vecinales, cerca de la mitad de las más de 3.000 dispersas por el territorio nacional. Los representantes de estos colectivos lograron incluso en marzo del año pasado un principio de compromiso de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas para establecer una vía de financiación estatal de las entidades locales tutelada por los ayuntamientos. El proceso electoral abortó esa posibilidad. Ante la actual incertidumbre política derivada de los resultados de las generales del 20 de diciembre, las juntas vecinales se muestran tranquilas. De capitanear el PSOE un futuro Gobierno de la nación, las perspectivas son halagüeñas, según les ha trasladado el presidente de la Femp (Federación Española de Municipios y Provincias), el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero.
A la Junta de Castilla y León le instan a mirarse en el espejo de otras comunidades autónomas como Asturias, que además de consignar una partida genérica de 49.000 euros para el funcionamiento de la Federación Asturiana de Parroquias, concede a cada una de ellas una cantidad fija anual, amén de establecer convenios puntuales. La Diputación ha reservado en su proyecto de Presupuestos 6.000 euros para la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, al tiempo que ha dotado con cerca de dos millones de euros al Plan de Obras de las Juntas Vecinales, que en la comarca gestiona el Consejo del Bierzo. “Hay propuestas para dejar a un lado ese plan de pequeñas obras, igual es más solidario o más democrático llevar el dinero directamente a cada una de las juntas vecinales”, expone Buelta antes de reconocer que el actual sistema se presta al clientelismo político sin olvidar tampoco que compromete la viabilidad económica de algunas pedanías, obligadas a poner un 10% del coste de los trabajos.
Y es que, sin líneas financieras claras, los recursos de las juntas vecinales son cada vez más contados. El cierre de explotaciones mineras, la paralización de parques eólicos y la descomposición del tejido industrial han producido una significativa merma de los fondos derivados de la concesión de licencias de actividad, lo que en la práctica reduce los ingresos a la gestión de los montes y los cotos de caza, por lo que se acaban supeditando al número de hectáreas o a la tradición cinegética de cada zona.
Aparte de permanecer alerta ante el desarrollo de la Ley Montoro, la representación de las entidades locales menores también está a la expectativa en el actual proceso de elaboración de la Ley de Ordenación, Servicios y Territorio de Castilla y León. “Prácticamente nos omite. Y eso es un error de base porque deberían contar con nosotros”, censura Buelta, quien también dirige sus quejas al Consejo del Bierzo, que hasta la fecha ha enfocado su postura hacia la consideración de la comarca como una mancomunidad de interés general: “El Consejo no ha tenido una reunión con las juntas vecinales. Y somos propietarias casi del 90% de los terrenos comunales del Bierzo”.
Volcada durante meses en asegurar la continuidad de las juntas vecinales, la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores asiste ahora al proceso inverso en el caso de territorios que pretenden instituirse como pedanías como Los Barrios (Villar, Salas y Lombillo), Valdecañada o Bárcena del Bierzo, las tres pertenecientes al Ayuntamiento de Ponferrada. Claro que estos ejemplos no ocultan otra realidad, la de las entidades que están desapareciendo como tales por falta de población y de candidatos en los procesos electorales.
El éxodo rural y el envejecimiento de la población son dos losas que ponen interrogantes al futuro de los pueblos. Las administraciones tratan de poner freno a esta tendencia a través de iniciativas como el Banco de Tierras, impulsado por el Consejo Comarcal. “No es que falten ideas, pero creo que, antes de sacarlas al mercado, se deberían debatir”, opina el presidente de la Federación Leonesa, quien apuesta por el desarrollo de la industria agropecuaria, pero admite a renglón seguido que “no va a traer muchos puestos de trabajo”. La sangría demográfica obligará a redimensionar baremos de recaudación y prestación de servicios, augura Buelta. “Y la voz”, concluye, “de las entidades locales menores en los ayuntamientos debe sonar porque a veces vemos el mundo de otra manera”.
Una mesa con todos los agentes implicados
La Federación Leonesa de Entidades Locales Menores quiere reunir a todas las partes en un mismo tablero. Y lo conseguirá el próximo jueves 25 de febrero con una jornada en la Casa de la Cultura de Ponferrada a la que asistirá el director de Ordenación del Territorio y Administración Local de la Junta de Castilla y León, Luis Miguel González Gago, así como representantes de la Diputación de León, del Consejo Comarcal, del Ayuntamiento de la capital del Bierzo y de la Federación Estatal de Entidades Locales Menores. El foro se abrirá a las 11,30 horas.
Andrés Buelta hará una exposición de la situación actual. Y espera que el acto sirva de espaldarazo para la Federación Leonesa, a la que el pasado año apenas se habían adherido quince de las 287 juntas vecinales de la comarca. “Ya me han llamado unas cien para federarse”, confirma. La siguiente cita será una reunión de la Federación Estatal convocada para el 12 de marzo en el Auditorio de Oviedo. Y el movimiento no descarta en un futuro traspasar fronteras y buscar la creación de una organización europea.
Entre tanto, la jornada de Ponferrada permitirá constatar la superpoblación de administraciones públicas en España. Reconociendo ese “exceso”, la Federación Leonesa prefiere no entrar en ese debate. “Nos toca trabajar con lo que hay”, puntualiza Buelta, también implicado en la constitución de una mesa de trabajo de entidades locales que ha nacido en el ámbito del municipio de Ponferrada pero que pretende adoptar carácter comarcal. Y es que, en el mapa de las entidades menores, subsisten muchas diferencias entre las juntas vecinales pertenecientes a ayuntamientos de más o de menos de 20.000 habitantes.