Tres Juntas Vecinales recuperan el arca o mojón que las demarcaba y el ladrón se va de rositas (ileon.com)

Val de San Román, San Martín del Agostedo y Santa Catalina de Somoza recuperan el ‘arca’ robada que las limita

Los hechos se retoman al pasado 22 de febrero de 2018 cuando un vecino de Val de San Román comunicó al presidente de la Junta Vecinal de esta localidad la desaparición de una piedra tallada con una cruz latina de grandes dimensiones.

Arca Robada Val de San Román

ileon.com  | 06/10/2019 – 11:11h.   

Val de San Román, San Martín del Agostedo y Santa Catalina de Somoza han recuperado el ‘Arca’ robada que limita dichas localidades, tal y como ha adelantado Cope Astorga.

Los hechos se retoman al pasado 22 de febrero de 2018 cuando un vecino de Val de San Román comunicó al presidente de la Junta Vecinal de esta localidad la desaparición de una piedra tallada con una cruz latina de grandes dimensiones que servía desde tiempo inmemorial de referencia para delimitar los terrenos de las localidades de Val de San Román, San Martín del Agostedo y Santa Catalina de Somoza.

El alcalde pedáneo en su deber de salvaguardar el patrimonio de la localidad denunció los hechos ante la guardia civil de Astorga. Pasados unos días la casualidad y la suerte hizo que un hombre, paseando por las afueras de Astorga se percatara de la presencia de la piedra desaparecida en una empresa marmolera de la ciudad y diera el aviso, tras el cual se personaron los presidentes de las juntas Vecinales de San Martín y del Val de San Román junto a una patrulla de la Guardia Civil, los cuales reconocieron la autenticidad del arca y la procedencia de la misma. La autoridad levantó atestado e interrogó al responsable, el cual facilitó las señas de la persona acusada por presunto delito de hurto que sustrajo la piedra de su lugar de origen.

El 25 de abril de 2018 el juzgado de instrucción número 2 de Astorga acordó el sobreseimiento libre y archivo de la denuncia para sorpresa e incredulidad de las tres Juntas Vecinales que pese a sufrir el hurto de un bien suyo y conociendo la identidad del ladrón no sufrió condena de ningún tipo ni tan siquiera la obligación de devolver el bien a su lugar.

Las tres Juntas Vecinales se han visto en la obligación de aportar los medios económicos necesarios para devolver a su emplazamiento la piedra.